La flor gigante de Palermo sigue rota

Fue el sueño de un país y de una ciudad que intentaban levantarse después de la caída, y ahora está abandonada. Parece una metáfora nacional, pero se trata de la Floralis Genérica, la gigante flor metalica de Palermo que, a diez años de ser inaugurada, permanece inactiva y lejos del interés de los funcionarios.




La escultura de 18 toneladas y 23 metros fue diseñada por el prestigioso arquitecto Eduardo Catalano, que la donó a la Ciudad de Buenos Aires. En 2002 fue instalada en la Plaza de las Naciones Unidas, en plena avenida Figueroa Alcorta, por la empresa Lockheed Martin Aircraft Argentina. Lo novedoso era que la flor se abría durante el día y se cerraba durante la noche, y rotaba en determinadas épocas del año.

La frase anterior está en tiempo pasado porque, a diez años de su instalación, la Floralis Genérica ya no hace nada de eso. En 2003, Catalano advirtió una falla en la construcción del monumento y reclamó a la empresa que cumpla la garantía de 25 años que habían extendido. Pero la empresa se fue del paísy el arquitecto falleció el 28 de enero de 2010. Un mes después, se decidió inmovilizar la obra para evitar futuros daños.

Ese año el gobierno nacional intentó revivir la obra para la muestra de Tecnópolis, que originalmente se iba a ubicar sobre Figueroa Alcorta. Pero el gobierno porteño le negó el permiso para la exposición y el proyecto fue dejado de lado. 

En 2011, desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, que dirige Diego Santilli, explicaron a Perfil.com que buscaban sponsors privados para reparar la flor. Pero un año después, la situación sigue igual. Este portal se comunicó con dicha cantera para consultar el estado actual de la obra, pero no obtuvo respuesta.

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